Entonces vino a sus discípulos, y les dijo: "Dormid ya y reposad: ved aquí llegada la hora, y el Hijo del hombre será entregado en manos de pecadores. Levantaos, vamos, ved que ha llegado el que me entregará". (vv. 45-46)
San Hilario,
in Matthaeum, 31
Después de la oración frecuente, después de las muchas idas y venidas, quitó el miedo y volvió la seguridad, invitando a descansar, por esto dice: "Entonces vino a sus discípulos", etc.
San Juan Crisóstomo,
homiliae in Matthaeum, hom. 83,1
Y en realidad que entonces convenía vigilar. Pero dijo esto para dar a entender que no podrían soportar la vista de los males que estaban por venir, y que no necesitaba de su ayuda, y que era absolutamente necesario que sea entregado.
San Hilario,
in Matthaeum, 31
O esto lo dice porque ya estaba seguro de la voluntad de su Padre respecto de sus discípulos, acerca de la cual había dicho: "Hágase tu voluntad" (
Mt 26,42). Porque al beber el cáliz que había de pasar a nosotros, absorbió la debilidad de nuestro cuerpo, el cuidado de nuestro temor, y la agonía de la muerte.
Orígenes,
in Matthaeum, 35
O el sueńo con que ahora manda a los discípulos dormir no es aquel mismo sueńo que arriba se dice les abrumó. Allí los encontró durmiendo, no descansando, sino teniendo los ojos cargados. Ahora les manda, no que duerman simplemente, sino con descanso, para que se conserve el orden, y que en primer lugar velemos orando para no entrar en tentación, y así después durmamos y descansemos, para que cuando alguno encuentre lugar a propósito para el Seńor, tabernáculo para el Dios de Jacob, suba sobre el lecho de su estrado y deje dormir a sus ojos. Acaso el alma no pudiendo sufrir siempre los trabajos como hallándose encorvada, conseguirá algún descanso sin reprensión, lo que moralmente hablando se llama sueńo, y hasta que teniendo este descanso por algún tiempo resucite renovada (
Sal 131,3-4).
San Hilario,
in Matthaeum, 31
Mas en el hecho de que al volver a ellos el Salvador y encontrarlos dormidos, a la primera vez los reprende, a la segunda calla y a la tercera les manda descansar, existe esta razón: primero, que después de la resurrección los encontrará dispersos, desconfiados y asustados; segundo, que después de enviarles el Espíritu Santo, los visitará teniendo los ojos todavía cargados, para conocer la libertad del Evangelio, porque detenidos algún tiempo por el afecto de la ley, estarán ocupados por el sueńo de la fe; y en tercer lugar (esto es, en la vuelta de su claridad), les devolverá la seguridad y el descanso.
Orígenes,
in Matthaeum, 35
Y después que los hubo despertado de aquel sueńo viendo en espíritu que se acercaba Judas a entregarle, aun cuando éste no era visto todavía por los apóstoles, Jesús les dijo: "He aquí que se acerca", etc.
San Juan Crisóstomo,
homiliae in Matthaeum, hom. 83,1-2
Cuando dice: "Ved aquí llegada la hora", manifiesta que todo lo que sucedía, era por disposición divina, y en cuanto a lo que dice: "Y el Hijo del hombre será entregado en mano de los pecadores", da a conocer que era necesaria la maldad de estos, y no que El fuese criminal.
Orígenes,
in Matthaeum, 35
Pero también ahora Jesús es entregado en manos de pecadores, cuando los que parece que creen en Jesucristo, lo tienen en sus manos, siendo pecadores, y también cuantas veces el justo que tiene a Jesús en sí mismo, es entregado en poder de los pecadores, Jesús es entregado en manos de los mismos.
San Jerónimo
Después que oró por tercera vez e impetró la corrección del temor de los apóstoles, por la consiguiente penitencia, seguro de su pasión, se encamina hacia sus enemigos, ofreciéndose a que le crucifiquen. Por esto sigue: "Levantaos, vamos", como diciendo, para que no os encuentren como temerosos, marchemos voluntariamente a la muerte, para que se vean la confianza y el gozo del que ha de padecer. Sigue, pues: "He aquí que se aproximó el que me entregará".
Orígenes,
in Matthaeum, 35
No dice: se aproximó a mí, porque no se acercaba a El el traidor, que se había alejado de El por sus pecados.
San Agustín,
de consensu evangelistarum, 3,4
Parece que este razonamiento, según San Mateo, es contradictorio. Porque ¿cómo dijo: dormid ya y descansad, y ahora ańade: "Levantaos, vamos"? (
Mc 11,41) Por lo cual, como contradicción algunos procuran entender esto así: dormid ya y descansad, como si hubiera sido dicho más bien como reprensión que como aprobación; cuya explicación sería genuina si hubiera necesidad de ella. Pero como San Marcos recuerda que habiendo dicho: "Dormid ya, y descansad", ańadió "bastante es"; y después: "llegada es la hora. Y el Hijo del hombre será entregado", se entiende que después de aquello que les dijo: "Dormid ya, y descansad", calló el Seńor algunos instantes, hasta que sucediera lo que había ofrecido. Pero ahora ańade: "Ved aquí llegada la hora". Por esto dijo San Marcos: "Bastante es", esto es, porque ya habéis descansado.