Y llegó a noticia de Herodes el Tetrarca todo lo que hacía Jesús, y quedó como suspenso, porque decían algunos que Juan ha resucitado de entre los muertos; y otros que Elías había aparecido, y otros que un profeta de los antiguos había resucitado, y dijo Herodes: "Yo degollé a Juan: ¿quién, pues, es éste, de quien oigo tales cosas?" Y procuraba verle. (vv. 7-9)
Crisóstomo,
in Mat. hom. 46
Pasado mucho tiempo, y no desde el principio, se enteró Herodes de los prodigios que obraba Jesús. Es patente la soberbia del tirano (que no los conoció desde el principio). De donde se dice: "Y llegó a conocimiento de Herodes", etc.
Teofilacto
Herodes era hijo del gran Herodes, que había degollado a los nińos; pero aquél era Rey, éste Tetrarca. Preguntaba que quién era Jesús. Y prosigue: "Y quedó como suspenso".
Crisóstomo
Los pecadores temen lo que conocen y lo que ignoran, se asustan de las sombras, sospechan de todo y se estremecen al menor ruido. Tal es, en efecto, el pecado. Sin que nadie reprenda o vitupere a un hombre, él mismo lo da a conocer; sin que nadie lo acuse, él mismo lo condena y hace tímido y cobarde al delincuente. La causa de este temor se pone a continuación cuando dice: "Porque decían algunos".
Teofilacto
Los judíos esperaban la resurrección de los muertos en la vida carnal, en las comidas y las bebidas, siendo así que los resucitados no participarán ya de los actos carnales.
Crisóstomo
Habiendo oído Herodes los milagros que Jesús hacía, dijo: "Yo he degollado a Juan"; lo cual no decía por ostentación -sino para calmar su temor y tranquilizar su perturbado espíritu- recordando que él mismo lo había matado. Y como había degollado a Juan, ańade: "Pues, ¿quién es éste?", etc.
Teofilacto
Si es Juan, ha resucitado de entre los muertos y, viéndolo, lo reconocería. Por lo cual sigue: "Y procuraba verle".
San Agustín,
de cons. evang. 2, 45
Lucas, narrando esto de la misma manera que San Marcos, no obliga a creer que el orden de los sucesos fuese el mismo. Además concuerda con San Marcos en que hace decir a otros, no a Herodes, que Juan resucitó de entre los muertos. Pero como él dijo que Herodes vacilaba, hay que entender que después de esta vacilación se hallaba consolado en su espíritu por lo que los otros decían, cuando dijo a sus hijos, según narra San Mateo: "Es Juan Bautista, que resucitó de entre los muertos" (
Mt 14,2). O estas palabras de Mateo deben interpretarse de tal modo que indiquen que vacilaba todavía.