Y estando mirando vio los ricos que echaban sus ofrendas en el gazofilacio. Y vio también una viuda pobrecita que echaba dos pequeńas monedas. Y dijo: "En verdad os digo que esta pobre viuda ha echado más que todos los otros. Porque todos éstos han echado para las ofrendas de Dios de lo que les sobra; mas ésta, de su pobreza, ha echado todo el sustento que tenía". (vv. 1-4)
Glosa
Después que el Seńor reprendió la avaricia de los escribas, que destruyen las casas de las viudas, hace ver lo que vale la limosna de la viuda. Por esto dice: "Y mirando vio los ricos que echaban sus limosnas en el gazofilacio", etc.
Beda
En griego
julaxai
quiere decir conservar, y
gaza, que procede del idioma persa, significa riquezas. De aquí que se llame
gazofilacio aquel sitio en que se guarda el dinero. Era éste un arca que tenía encima un agujero, colocada junto al altar, a la derecha de los que entraban en la casa del Seńor, en la que ponían los sacerdotes que guardaban las ofrendas todo el dinero que se daba para el templo del Seńor. Así como el Seńor arrojó a los que traficaban en su casa, así ahora se fija en los que ofrecen sus dones: al que ve digno lo alaba y al culpable lo condena. Por esto sigue: "Y vio también una viuda pobre que echaba dos pequeńas monedas".
San Cirilo
Ofrecía dos óbolos, que había adquirido con su trabajo para proporcionarse el alimento necesario. O de otro modo, da a Dios la que todos los días pide limosna, ofreciéndole los frutos de su pobreza; así venció a los demás, y por esto fue coronada por el Seńor. Por esto sigue: "Y les dice: En verdad os digo que esta pobre viuda ha echado más", etc.
Beda
Es aceptable en la presencia del Seńor todo lo que se ofrece con buen fin; porque El acepta el corazón más que la ofrenda, se fija en el valor del sacrificio y no en el valor de lo que se le ofrece. Por esto sigue: "Porque todos éstos han echado para las ofrendas de Dios de lo que les sobra; mas ésta ha echado todo su sustento".
Crisóstomo,
hom. 1 in epist. ad Heb
El Seńor no mira la cantidad que se le ofrece, sino el afecto con que se le ofrece. No está la limosna en dar poco de lo mucho que se tiene, sino en hacer lo que aquella viuda, que dio todo lo que tenía; pero, si tú no puedes ofrecer lo que la viuda, por lo menos da lo que te sobre.
Beda
En sentido espiritual, los ricos que echaban sus ofrendas en el gazofilacio representaban a los judíos enorgullecidos de la justicia de la ley, y la viuda pobre representaba la sencillez de la Iglesia, que suele llamarse pobrecita porque rechazó al espíritu de soberbia y el pecado, como las riquezas del mundo. Y es viuda porque su esposo ha dado la vida por ella, y ésta ha echado en el gazofilacio dos monedas pequeńas, porque ofrece sus oblaciones delante de Dios -que conserva las ofrendas de nuestras obras-, o porque son prenda del amor de Dios y del prójimo, o de fe y de oración; todo lo cual aventaja a todas las obras de los soberbios judíos. Los judíos ofrecen las limosnas de Dios cuando les sobra porque presumen de su justicia; pero la Iglesia ofrece a Dios toda su subsistencia porque comprende que su vida entera es un don de Dios.
Teofiactus
También puede llamarse viuda toda alma, que privada de la primitiva ley (como de su primitivo marido) no se cree digna de estar unida con Dios; la cual ofrece al Seńor en lugar de arras su fe y su buena conciencia, y por lo tanto parece que ofrece más que los ricos en palabras y más que los que abundan en las virtudes morales de los gentiles.