"Porque será grande delante del Seńor. Y no beberá vino ni sidra, y será lleno del Espíritu Santo, aun desde el vientre de su madre. Y a muchos de los hijos de Israel convertirá al Seńor, que es el Dios de ellos. Y marchará delante de él con el espíritu y la virtud de Elías, para convertir los corazones de los padres a los hijos, y los incrédulos a la prudencia de los justos, para preparar al Seńor un pueblo perfecto". (vv. 15-17)
San Ambrosio
Después de la alegría de muchos, se promete la grandeza de la virtud, cuando se dice: "Será grande delante del Seńor". No declara en esto la magnitud de su cuerpo, sino de su espíritu. Delante de Dios, la grandeza de espíritu es la grandeza de la virtud.
Teofilacto
Muchos se llaman grandes, pero, como los hipócritas, sólo delante de los hombres y no delante de Dios. Así los padres del Bautista se llaman justos, pero delante de Dios.
San Ambrosio
Por último, no dilató los límites de algún imperio, ni obtuvo triunfos de combates guerreros, sino que, lo que es más, predicando en el desierto, combatió las delicias de los hombres y las lascivias del cuerpo con gran fortaleza de ánimo. De donde prosigue: "Y no beberá vino ni sidra".
Beda
La
sidra quiere decir
ebriedad, con cuya palabra los hebreos significan todo lo que puede embriagar -ya se forme de frutas, ya de uvas, ya de cualquier otra materia-. Estaba mandado en la ley de los Nazireos el privarse de vino y de sidra durante el tiempo de la consagración
1, de donde San Juan y los demás, que como él pudiesen ser siempre nazireos -esto es, santos- debían cuidar de abstenerse de estas bebidas. Pues no conviene que se embriague de vino, en el cual está la lujuria (
Ef 5), aquel que quiere ser lleno del mosto del Espíritu. Así el que huye de la embriaguez del vino será repleto de la gracia del Espíritu Santo. He aquí por qué se ańade: "Y será lleno del Espíritu Santo".
San Ambrosio
A quien se infunde el Espíritu Santo se comunica la plenitud de todas las grandes virtudes. Por lo que San Juan manifestó la gracia del Espíritu Santo que había recibido y predicó la venida del Seńor, saltando en el vientre de su madre. Uno es el espíritu de esta vida y otro el de la gracia. El primero comienza cuando se es engendrado y concluye cuando se muere. El segundo no está circunscrito a edades, no concluye con la muerte, tiene cabida en el vientre de la madre.
Griego
Cuál sea la misión de San Juan, y qué es lo que hará por la virtud del Espíritu Santo, lo manifiesta ańadiendo: "Y a muchos hijos de Israel convertirá al Seńor, el Dios de ellos".
Orígenes
San Juan, en realidad, convirtió a muchos, mas la obra de Dios es convertir a todos a Dios Padre.
Beda
Cuando se dice que San Juan -el cual dando testimonio de Jesucristo bautizaba a los pueblos en su fe- convirtió a los hijos de Israel al Seńor su Dios, resulta evidente que Jesucristo es el Dios de Israel. Cesen, pues, los arrianos de negar que Cristo sea el Seńor Dios. Ruborícense los fotinianos, dando a Cristo principio en la Virgen. Dejen de creer los maniqueos que uno es el Dios de Israel y otro el Dios de los cristianos.
San Ambrosio
No necesitamos, pues, testimonio para saber que San Juan convirtió el corazón de muchos, puesto que en ello están conformes las Escrituras proféticas y las del Evangelio. La voz del que clama en el desierto (
Is 40,3): "Preparad los caminos al Seńor, haced rectos sus senderos" y el bautismo frecuentado por el pueblo, nos indican los grandes progresos de su predicación en la conversión del pueblo. El precursor de Cristo no predicaba de sí, sino de su Seńor. Por esto ańade: "Y él mismo irá delante de El". Marchará bien delante de El quien nació como su precursor, y murió precursor de El. Con razón se ańade también: "En el espíritu y la virtud de Elías".
Orígenes
No dice en el alma de Elías, sino en el espíritu y en la virtud de Elías. El espíritu, que había estado en Elías, vino a posar sobre San Juan, y del mismo modo su virtud.
San Ambrosio
Nunca el espíritu es sin la virtud, ni la virtud sin el espíritu; por eso se dice: "En el espíritu y en la virtud". Porque el santo Elías tuvo una gran virtud y gracia. Virtud para separar de la infidelidad el espíritu de los pueblos y traerlos a la fe; la virtud de la abstinencia, la paciencia y el espíritu de profecía. Elías en el desierto, en el desierto Juan. Aquél no buscó el favor del rey Ajab, éste despreció el de Herodes. Aquél dividió las aguas del Jordán; éste las convirtió en bańo saludable. Este el precursor del primero, aquél del futuro advenimiento del Seńor.
Beda
Lo que fue predicho por Malaquías (
Mal 4,5-6) de Elías, esto mismo se dijo por medio de un ángel acerca de San Juan cuando se ańade: "Para que convierta los corazones de los padres hacia los hijos", infundiendo la ciencia espiritual de los santos antiguos, cuando predicaba a los pueblos. Y a los "incrédulos a la prudencia de los justos" que es no pretender ser justos a partir de las obras de la ley, sino buscar la salvación con la fe. (
Rom 10.)
Griego
O de otro modo, los mayores de Juan y de los apóstoles fueron judíos. Sin embargo, por su soberbia e infidelidad se levantaron contra el Evangelio. Y así como hijos buenos -primero San Juan, y los apóstoles después- enseńaban la verdad a los pueblos, atrayéndolos a la propia justicia y prudencia, así también Elías convertirá a los últimos hebreos a la verdad de los apóstoles.
Beda
Como dijera que Zacarías, orando por el pueblo, había sido oído, ańade: "Para preparar al Seńor un pueblo perfecto". En lo cual enseńa cómo debe un mismo pueblo salvarse y perfeccionarse; a saber, haciendo penitencia según la predicación de San Juan, y creyendo en Jesucristo.
Teofilacto
O de otro modo, Juan preparó un pueblo, no incrédulo sino perfecto, es decir, preparado para recibir a Cristo.
Orígenes
La misión de San Juan hasta ahora se cumple en el mundo. Todo el que ha de creer en Jesucristo, antes recibe en su alma el espíritu y la virtud de Juan, y prepara al Seńor un pueblo perfecto.
Notas
1.
Nazireo: segregado, consagrado. Tenían unas leyes particulares.