"Los Ninivitas se levantarán en juicio con esta generación, y la condenarán: porque hicieron penitencia por la predicación de Jonás. Y he aquí en este lugar más que Jonás. La reina del Austro se levantará en juicio con esta generación, y la condenará: porque vino desde los fines de la tierra a oír la sabiduría de Salomón. Y he aquí más que Salomón". (vv. 41-42)
San Juan Crisóstomo,
homiliae in Matthaeum, hom. 43,2
El Seńor, a fin de que nadie creyera que los judíos habían de tener el mismo fin que los ninivitas, es decir, que así como éstos se convirtieron por la predicación de Jonás y salvaron su ciudad del peligro que los amenazaba, también aquéllos se convertirían vista la resurrección, nos hace ver todo lo contrario y nos dice que ningún fruto sacaron ellos de la pasión, y que por lo mismo sufrirán más severamente por su pecado, como dice más abajo valiéndose del ejemplo del demonio. Entretanto nos manifiesta la justicia de su condenación con las palabras: "Los ninivitas se levantarán en juicio con esta generación".
Remigio
En estas palabras dice bien claro el Seńor que no habrá más que una sola resurrección para los buenos y los malos, y refuta a los herejes que sostuvieron que había dos resurrecciones: una para los buenos y otra para los malos. También destruye con estas palabras la fábula de los judíos de que se celebraría la resurrección mil ańos antes que el juicio, puesto que nos demuestra que en seguida de la resurrección, se celebrará también el juicio. "Y ellos la condenarán".
San Jerónimo
No por el poder de su sentencia sino por el ejemplo de su conducta, por lo que ańade: "Porque hicieron penitencia por la predicación de Jonás". "Y he aquí en este lugar más que Jonás": La palabra
hic es adverbio de lugar, y no pronombre. Jonás predicó tres días, según interpretación de los Setenta; yo durante un tiempo más largo. Aquél a los Asirios, gente incrédula; yo a los judíos, pueblo de Dios. Aquél no hizo más que predicar simplemente y sin hacer milagro alguno; y yo después de haber hecho tantos, sufro la calumnia de que me llamen Beelzebub.
San Juan Crisóstomo,
homiliae in Matthaeum, hom. 43,3
No se contenta el Seńor con lo dicho sino que ańade la cita de "la Reina de Sabá", etc. Esta cita da aún más fuerza que la anterior. Porque Jonás marchó a los ninivitas; pero la Reina de Sabá no esperó que Salomón fuese a donde estaba ella, sino que ella misma marchó a donde estaba Salomón a pesar de ser mujer y extranjera, y de países lejanos, y sin tener miedo a la muerte, llevada sólo del atractivo de las palabras llenas de sabiduría. Llegó allí, pues, la mujer, y yo he llegado aquí; venía ella de los confines de la tierra, y yo recorro las ciudades y las aldeas; disputó ella sobre los árboles y las maderas, yo sobre los inefables misterios.
San Jerónimo
Del mismo modo condenará la Reina de Sabá al pueblo de los judíos, con que los ninivitas condenarán al incrédulo Israel. Esa Reina es la Reina de Sabá, de que se habla en el libro de los Reyes (
1Re 10), y en las Crónicas (
2Cró 9), que llegó a Jerusalén después de haber abandonado su reino, pasando por tantas dificultades, con el objeto de oír la sabiduría de Salomón y ofrecerle muchos regalos. En la figura de Ninive y de la Reina de Sabá vemos la fe de las naciones, que fueron preferidas a Israel.
Rábano
Los ninivitas representan a todos los que dejan de pecar y la Reina a los que no saben pecar, porque la penitencia borra el pecado y la sabiduría lo evita.
Remigio
Con razón se aplica el nombre de Reina a la Iglesia, compuesta de muchas naciones; porque sabe ella gobernar sus costumbres. De ella dice el Salmista: "La Reina ha estado sentada a nuestra derecha" (
Sal 44,10). La Reina de Sabá, porque superabunda en ella el fuego del Espíritu Santo, y el viento cálido del Sur es figura del Espíritu Santo. Y Salomón, que significa pacífico, representa a aquel de quien se ha dicho: "El es nuestra paz" (
Ef 2,14).