Y dijeron los apóstoles al Seńor: "Auméntanos la fe". Y dijo el Seńor: "Si tuviereis fe como un grano de mostaza, diréis a este moral: Arráncate de raíz y trasplántate en el mar, y os obedecerá". (vv. 5-6)
Teofilacto
Habiendo oído los discípulos al Seńor tratar de asuntos arduos, esto es, de la pobreza y de evitar los escándalos, piden que se les aumente la fe para poder practicar la pobreza por medio de ella -ninguna cosa fomenta más el deseo de la pobreza que creer y esperar en el Seńor-, pudiendo también por medio de ella resistir a los escándalos. Por ello dice: "Y dijeron los apóstoles al Seńor: Auméntanos la fe".
San Gregorio,
Moralium 1,22
Como ya ésta había sido aceptada en principio, debía venir por grados, aumentándose hasta llegar a la perfección.
San Agustín,
De quaest. Evang. 2,39
Puede entenderse muy bien que los apóstoles pedían el aumento de la fe para sí, porque por ella creían en lo que no veían; sin embargo, también se entiende por fe a la que no nace de la palabra sino de las cosas presentes, por las que se cree en las futuras, cuando se ofrecerá a la contemplación de los santos la sabiduría de Dios que ha hecho todas las cosas.
Teofilacto
El Seńor les da a conocer que lo que piden es bueno y que deben creer con constancia, manifestándoles lo mucho que puede la fe, por esto sigue: "Si tuviereis fe como un grano de mostaza", etc. Dos grandes cosas concurren aquí: la trasplantación del árbol arraigado en la tierra y su plantación en el mar -¿pero qué puede plantarse en las aguas?-. Por medio de ambas da a conocer el poder de la fe.
Crisóstomo In Matthaeum hom.58
Hace mención de la mostaza, porque su semilla, aun cuando es pequeńa, es la más fecunda de todas. Da a conocer, por tanto, que un poco de su fe puede mucho. Si los apóstoles no trasportaron un árbol no los acuséis, porque no dijo: trasladaréis, sino: podréis trasladar, pero no lo hicieron porque no era necesario habiendo hecho cosas de mayor importancia.
Crisóstomo,
hom. in Epistola 1Cor
Alguno preguntará: ¿Cómo pudo decir Jesucristo que una pequeńa parte de fe podía transportar un monte o un árbol, cuando San Pablo dice que es la verdadera fe la que transporta los montes? Puede decirse que el Apóstol atribuye a la fe perfecta el poder trasladar un monte no porque únicamente esta fe pueda hacerlo, sino porque esto parecía demasiado grande a los hombres carnales, por el volumen y peso de una montańa.
Beda
O bien, aquí el Seńor compara la fe perfecta al grano de mostaza porque en su aspecto es humilde, pero ardiente en lo interior. Hablando en sentido místico, se entiende por el árbol llamado morera -en cuyo color de sangre se ven brillar el fruto y las ramas- al Evangelio de la cruz que por la predicación de los apóstoles ha sido arrancado del pueblo judío -donde, por decirlo así, había nacido- y trasplantado en el mar de los gentiles.
San Ambrosio
También se dice esto porque la fe prescinde del espíritu inmundo, muy especialmente cuando la naturaleza del árbol se presta a esta opinión. Porque el fruto de la morera es blanco primero en su flor, cuando está formado toma color amarillo y negro cuando madura. También el diablo, caído por su prevaricación, de la blanca flor de su naturaleza angélica y del brillo de su poder, se ha vuelto negro y horrible por la fetidez del pecado.
Crisóstomo
También puede compararse a la morera con el diablo, porque así como los gusanos se alimentan con las hojas de la morera, así el diablo por los pensamientos que suscita en nosotros, alimenta nuestro eterno gusano. Pero la fe puede arrancar esta morera de nuestras almas y sepultarla en el abismo.