Y el mismo Jesús comenzaba a ser como de treinta ańos; hijo, según se creía, de José, que lo fue de Helí, que lo fue de Mattat, que lo fue de Leví, que lo fue de Melkí, que lo fue de Janái, que lo fue de José, que lo fue de Mattatías, que lo fue de Amós, que lo fue de Nahúm, que lo fue de Eslí, que lo fue de Nangay, que lo fue de Maaz, que lo fue de Mattatías, que lo fue de Semeín, que lo fue de Joséc, que lo fue de Jodá, que lo fue de Joanán, que lo fue de Resá, que lo fue de Zorobabel, que lo fue de Salatiel, que lo fue de Nerí, que lo fue de Melkí, que lo fue de Addí, que lo fue de Cosam, que lo fue de Elmadam, que lo fue de Er, que lo fue de Jesús, que lo fue de Eliezer, que lo fue de Jorim, que lo fue de Matat, que lo fue de Leví, que lo fue de Simeón, que lo fue de Judá, que lo fue de José, que lo fue de Jonam, que lo fue de Eliaquim, que lo fue de Meleá, que lo fue de Menná, que lo fue de Mattatá, que lo fue de Natán, que lo fue de David, que lo fue de Jesé, que lo fue de Obed, que lo fue de Booz, que lo fue de Sala, que lo fue de Naassón, que lo fue de Aminadab, que lo fue de Aram, que lo fue de Esrom, que lo fue de Fares, que lo fue de Judá, que lo fue de Jacob, que lo fue de Isaac, que lo fue de Abraham, que lo fue de Tara, que lo fue de Najor, que lo fue de Serug, que lo fue de Ragáu, que lo fue de Falek, que lo fue de Eber, que lo fue de Sala, que lo fue de Cainam, que lo fue de Arfaxad, que lo fue de Sem, que lo fue de Noé, que lo fue de Lámek, que lo fue de Matusalén, que lo fue de Henoc, que lo fue de Járet, que lo fue de Maleleel, que lo fue de Cainam, que lo fue de Enós, que lo fue de Set, que lo fue de Adam, que lo fue de Dios. (vv. 23-38)
Orígenes,
in Lucam, 28
Después de haber dicho que el Seńor fue bautizado, expone su genealogía, no descendiendo de los superiores a los inferiores, sino subiendo desde Jesucristo hasta Dios; por lo que dice: "Y el mismo Jesús comenzaba", etc. Se dice que empezó entonces, cuando fue bautizado y recibió el misterio de la segunda generación, a fin de que tú destruyas también la primera natividad, y nazcas en la segunda generación.
San Gregorio Nacianceno,
Orat. in sanct. lavacr
Debemos considerar quién es el que fue bautizado, por quién y cuándo. Fue bautizado por Juan el que estaba puro, y cuando ya había empezado a hacer milagros; para que de ahí aprendamos a purificarnos, a abrazar la verdad y a predicar con la perfección de la edad espiritual y corporal. La primera de estas lecciones se dirige a aquellos que reciben el bautismo, y no se preservan por medio de las buenas costumbres, pues, aunque la gracia del bautismo perdona los pecados, hay que temer la vuelta al mismo vómito. La segunda se dijo a los que se levantan contra los dispensadores del misterio, que los aventajan en dignidad. La tercera es para aquellos que, jóvenes y presuntuosos, creen que no hay edad requerida para la predicación y la doctrina. Se purifica Jesús, y tú menosprecias la purificación; es purificado por Juan, y tú te levantas contra el que te aconseja; tiene treinta ańos, y tú en la adolescencia enseńas a los ancianos. Citáronse los ejemplos de Daniel y otros semejantes, porque el culpable está siempre dispuesto a responder. Mas lo que raras veces acontece no es ley de la Iglesia; así como una sola golondrina no establece primavera.
San Juan Crisóstomo
O acaso, para cumplir toda la ley, aguardaba aquella edad que es capaz de todos los pecados, a fin de que no se dijese que destruía la ley quien no podía cumplirla.
Griego
Por esta razón viene Jesús a bautizarse cuando tiene treinta ańos, con el fin de manifestar que la regeneración espiritual produce hombres perfectos, según la edad espiritual.
Beda
También puede decirse que la edad de treinta ańos
1, en la que fue bautizado el Salvador, insinuó también un misterio del bautismo; a saber: a causa de la fe en la Trinidad y el cumplimiento de los preceptos del Decálogo.
San Gregorio Nacianceno,
Orat. in sanct. lavacr
Sin embargo, el nińo debe bautizarse cuando la necesidad lo exija, porque es más útil santificarse sin sentirlo, que morir privados de ese signo. Pero se dirá: Jesucristo fue bautizado cuando tenía treinta ańos, siendo así que era Dios, y tú mandas que se anticipe el bautismo. Cuando dijiste Dios, has resuelto la dificultad. No le era necesario recibir el bautismo, pero tú que naciste en la corrupción te expones a una expiación grande, si mueres sin estar cubierto con el vestido de la incorrupción. Sin duda que es bueno guardar la limpieza del bautismo, pero vale más exponerse a mancharse algo que a ser enteramente privado de la gracia.
San Cirilo
Aun cuando Jesucristo carece de padre según la carne, algunos sospechaban que tenía padre; por lo cual prosigue: "Hijo, según se creía de José".
San Ambrosio,
in Lucam, 3
Bien se dice "como se creía", porque en realidad no lo era; y se creía porque María lo había engendrado, (la que estaba desposada con José). ¿Cómo es que se describe la genealogía de José con preferencia a la de María (siendo así que María había engendrado a Jesús por obra del Espíritu Santo, y San José no tiene parte en la generación del Seńor)? Podríamos dudar sobre esto, si la Sagrada Escritura no nos enseńase la preferencia que siempre da a la genealogía del marido, y especialmente aquí en que la genealogía de José y de María vienen a ser una sola, porque siendo José un varón justo, tomó ciertamente mujer de su propia tribu y de su misma patria. Y así en tiempo del célebre empadronamiento, subió San José, de la casa y de la familia de David, para empadronarse con su esposa María. La que desciende de la misma familia y de la misma patria viene a empadronarse, y da a entender de una manera clara que pertenece a la misma tribu y a la misma familia, de quien desciende su consorte. Por lo que explicando la generación de José el evangelista ańade: "Que fue de Helí". Observaremos que San Mateo refiere a Jacob (que fue padre de José) que era hijo de Natán, y San Lucas dijo que José (con quien estaba desposada María) era hijo de Helí. ¿Cómo puede decirse que uno solo tiene dos padres, como pudieron serlo Helí y Jacob?
San Gregorio Nacianceno
Dicen algunos que solamente hay una sucesión desde David hasta José, pero que se expone con diversos nombres por cada uno de los evangelistas. Pero esto lo dicen de un modo absurdo, porque el principio de esta genealogía se encuentra en los dos hermanos, que son Natán y Salomón, de donde descendieron diferentes generaciones.
San Eusebio Cesarea,
Historia Ecclesiastica, 1,6
Penetremos más en la inteligencia de estas palabras. Si habiendo afirmado San Mateo que José es hijo de Jacob, San Lucas afirma que es hijo de Helí, en ello podía haber alguna dificultad. Mas como afirmando San Mateo, San Lucas declara la opinión de muchos, no la propia, diciendo: "Según se pensaba", me parece que en esto no queda duda alguna. En efecto, había diversas opiniones entre los judíos acerca de Jesucristo, y todos decían que venía de David según las promesas que le habían sido hechas. La mayor parte decía que el Cristo descendería de David por medio de Salomón y de los otros reyes. Algunos se separaban de esta opinión, porque de ciertos reyes se refieren cosas enormes, y porque de Jeconías dijo Jeremías (
Is 22) que de su descendencia ninguno se sentaría en el trono de David; cuya opinión menciona San Lucas, sabiendo que San Mateo refiere la verdad de la genealogía tal y como es. Y esta es la razón primera. Hay otra más profunda. San Mateo, como empieza su Evangelio escribiendo desde antes de la concepción de María y el nacimiento de Jesús según la carne, pone desde luego antes, como en toda historia, la genealogía según la carne, además sigue la genealogía descendiendo de los mayores, porque el Verbo de Dios, al tomar carne, descendía. San Lucas, por el contrario, parte de la regeneración por el Bautismo, y recorre otra sucesión de mayores, subiendo de los últimos a los primeros; omite los pecadores que San Mateo había nombrado (porque todo el que renace en Dios se hace extrańo a sus mayores culpables, para ser hijo de Dios), y menciona a aquellos que habían vivido honestamente según Dios. Así se dice a Abraham: "Tú marcharás a tus padres" (
Gén 15,15), no a tus padres según la carne, sino a tus padres en Dios, por la semejanza de su bondad. Así atribuye al que nace en Dios los mayores que son padres según Dios por la conformidad de la vida.
San Agustín,
de quaestiones Novi et Veteri Testamenti, 56
O de otro modo, Mateo desciende a José de David por Salomón. Por el contrario, Lucas parte de Helí, que vivió en tiempo del Salvador, y sube por la descendencia de Natán hijo de David, y junta en una misma tribu a Helí y José, manifestando que uno y otro proceden de un mismo origen; y que así el Salvador es hijo no solamente de José, sino también de Helí. Por la misma razón que el Salvador se dice hijo de José, también se dice que es hijo de Helí y de todos los demás que pertenecen a la misma tribu. De aquí que dice el apóstol: "Cuyos padres, y de quienes es Cristo según la carne" (
Rom 9,15).
San Agustín,
de quaestiones evangeliorum, 2,5
Tres hipótesis pueden formarse sobre este pasaje del Evangelio. O un evangelista nombró al padre de José y otro su abuelo materno o alguno de los parientes mayores, o el uno era padre natural de José y otro por adopción, o según la costumbre de los judíos, cuando uno moría sin tener hijo, su pariente más cercano podía casarse con su viuda, cuyo primer hijo debía considerarse como el sucesor del que había muerto.
San Ambrosio
Se dice que Natán, (que descendía de Salomón) engendró a su hijo Jacob, y murió sobreviviéndole su mujer; la cual tomó Melchi por esposa, de la que nació Helí. Además Jacob, habiendo muerto Helí, su hermano, sin hijos, se casó con la mujer de él, y engendró a su hijo José, el cual, según la ley debía llamarse Jacob, porque la semilla del hermano difunto reponía la generación, según ordenaba la ley antigua.
Beda
O de otro modo, Jacob, tomando por mandato de la ley a la mujer de su hermano Helí, muerto sin hijos, engendró a José, hijo suyo según la naturaleza, pero, según la ley, hijo de Helí.
San Agustín,
de questiones Novi et Veteri Testamenti, 2,3
Es muy probable que San Lucas haya contado el origen de adopción, porque no quiso decir que José había sido engendrado por aquel de quien había dicho que era hijo. Más fácilmente se dijo hijo de aquel por quien había sido adoptado, que se diría engendrado por aquél, de cuya carne no había nacido. Cuando dice San Mateo: "Abraham engendró a Isaac, Isaac engendró a Jacob" (
Mt 1,2), y continuando con esta palabra engendró, hasta que dice el último: "Jacob engendró a José" (
Mt 1,16), claramente expresa que habla de aquella paternidad y de aquel origen, por el cual José fue engendrado, no adoptado. Y aun cuando San Lucas hubiese dicho que San José descendía de Helí, ni aun así debe turbarnos la frase, porque puede muy bien decirse que el que adopta un hijo lo engendra, no con la carne, sino con la caridad. Con razón San Lucas tomó el origen según la adopción, porque creyendo en el Hijo de Dios, nos hacemos hijos de Dios por adopción, mientras que por la generación carnal el Hijo de Dios se hizo Hijo del hombre por nosotros.
San Juan Crisóstomo,
in epistula ad Romam, 31
Como esta parte de Evangelio se compone de una serie de nombres, creen algunos que ninguna enseńanza preciosa se encuentra en ella. Para no caer en error, profundicemos el pasaje, porque de esos nombres se puede sacar un rico tesoro, puesto que son el emblema de muchas cosas; pues recuerdan la divina clemencia y las acciones de gracias de las mujeres, que, después de haber impetrado hijos, les imponían el nombre del don que habían recibido.
Glosa
Helí quiere decir
Dios mío o el
que sube; el nombre de Mathat, significa el que
perdona pecados; Leví quiere decir
ańadido.
San Ambrosio
San Lucas nos podía nombrar muchos de los hijos de Jacob, para no aparecer divagando en una serie extrańa a su genealogía. Sin embargo, no quiso omitir nombres antiguos de patriarcas, aunque en otros muy posteriores, como los de José, Judas, Simeón y Leví, que expresan cuatro géneros de virtudes. Judas es la figura profética del misterio de la pasión del Seńor; José representa la santidad; Simeón el castigo del pudor ultrajado, y Leví el ministerio sacerdotal; y sigue: Que fue de Melchí, esto es,
mi rey; de Janna, esto es diestra; de José, esto es,
que acrece (éste fue otro José); de Matatías, esto es,
don de Dios; de Amós, esto es,
que carga o cargó; de Nanen, esto es
ayúdame; de Nagge, esto es,
mediodía o meridiano; de Mahath, esto es,
deseo; de Mathathías, como arriba; de Semeí, esto es
obediente; de José, esto es,
aumento; de Judas, esto es,
creyente; de Joanna, esto es,
gracia de Dios,
misericordia de Dios; de Resa, esto es,
misericordioso; de Zorobabel, esto es,
príncipe o maestro de Babilonia; de Salathiel, esto es,
Dios mi petición; de Neri, esto es,
antorcha mía; de Melchi, esto es,
mi reino; de Addí, esto es,
robusto o violento; de Cosan, esto es,
previsor; de Her, esto es,
vigilante,
vigilia; de Jesús, esto es,
Salvador; de Eliezer, esto es,
Dios mi ayuda; de Joarim, esto es,
Dios que exalta o exaltando; de Mathat como arriba; de Leví, como arriba; de Simeón, esto es,
oyó la tristeza o el signo; de Judas, como arriba; de José, como arriba; de Joná, esto es,
paloma o doliente; de Eliachim, esto es,
resurrección de Dios; de Melcha, esto es,
su rey; de Menna, esto es, mis entrańas; de Mathathias, esto es,
don; de Natán, esto es,
dio o dando.
San Ambrosio
Natán es el símbolo de la dignidad profética. Así vemos prefigurados los diversos géneros de virtudes en cada uno de los mayores de Jesucristo, el cual las reúne todas.
Sigue: "Que fue de David".
Orígenes,
in Lucam, 28
El Seńor, descendiendo al mundo, aceptó la condición de todos los pecadores, y quiso nacer de la estirpe de Salomón (como refiere San Mateo), cuyos pecados están escritos, y de los otros, de los cuales muchos obraron mal delante de Dios. Mas cuando asciende del bautismo, después de su segundo nacimiento (como refiere San Lucas), no nace por Salomón sino por Natán, el cual arguye al padre sobre la muerte de Urías y el nacimiento de Salomón.
San Agustín,
retractationum libri, 1,28
Conviene advertir que fue un profeta del mismo nombre el que reprendió a David, para que no se piense que fue el mismo hombre, habiendo sido otro.
San Gregorio Nacianceno
A partir de David, la marcha de la genealogía es la misma según los dos evangelistas, por lo que sigue: "Que fue de Jessé".
Glosa
David se interpreta
mano fuerte, Jessé
incienso. Sigue: que fue de Obed, que significa
servidumbre; que fue de Booz, que significa
fuerte; que fue de Salmón, que es
sensible o
pacífico; de Naasson que es
augurio o
serpentino; de Aminadab, esto es,
pueblo voluntario; de Aram, que es
derecho o
excelso; de Esrón, esto es,
saeta; de Jares, que es
división; de Judas, esto es,
que confiesa, de Jacob, que es
suplantador; de Isaac, que es
risa o
gozo; de Abraham, que es
padre de muchas gentes o
que ve pueblo.
San Juan Crisóstomo,
in Matthaeum, 1
San Mateo, como que escribía para los judíos, no se propuso decir más que Cristo descendía de Abraham y de David, porque esto agradaba sobremanera a los judíos. San Lucas, por el contrario (como quien habla para todos), prosigue su relación hasta Adán, de donde sigue: "Que fue de Tharé".
Glosa
Que se interpreta
exploración o
nequicia; que fue de Nachor, que es
descansó la luz; que fue de Larug, que es
correa o
quien tiene las riendas o
perfección; de Ragan, que es
enfermo o
que apacienta; de Phares, que es
el que divide o
dividido; de Heber, que es
tránsito; de Sale, que es
el que quita; de Cainan, que es
lamentación o
posesión de ellos.
Beda
Según el texto hebreo, el nombre y la generación de Cainán no se encuentran ni en el Génesis ni en las palabras de los días, pero se dice que Arphaxad fue el padre inmediato de Selaa (o Salé). Sabed, pues, que Lucas tomó esta generación de la Septuaginta, donde está escrito que Arphaxad, de edad de 135 ańos, engendró a Cainan, y que éste engendró a Selaa, a la edad de ciento treinta ańos.
Sigue: "Que fue de Arphaxad".
Glosa
Que significa que repara la devastación; que fue de Sem, que es nombre o nombrado; que fue de Noé, que es descanso.
San Ambrosio
El nombre del justo Noé no debía omitirse en las genealogías del Seńor, a fin de que, desde su nacimiento, se viese que el fundador de la Iglesia había antes enviado un mayor de su raza para fundarla bajo la figura del arca. Que fue de Lamech.
Glosa
Que significa humillado o que hiere o herido o humilde; que fue de Mathusalém, que es emisión de la muerte o que es muerte y preguntó.
San Ambrosio
Los ańos de este patriarca se cuentan antes del diluvio, para que se vea que así como Cristo es el único, cuya vida no siente edad alguna, así también aparezca que no sintió el diluvio en sus mayores. Que fue de Enoch. Este es un indicio manifiesto de la santidad del Seńor y su divinidad. Puesto que el Seńor no sintió la muerte y subió al cielo, como este antepasado de su raza fue arrebatado al cielo. De este modo se ve con claridad que Cristo pudo no morir, pero que lo quiso para que su muerte nos aprovechase. Mas aquél fue arrebatado para que la malicia no mudase su corazón; pero el Seńor (a quien la malicia del mundo no podía mudar) volvió con la majestad de su grandeza al punto de donde había venido.
Beda
Subiendo el hijo de Dios bautizado hasta Dios el Padre, pone bien en el grado septuagésimo a Enoch, el cual, evitada la muerte, fue trasladado al Paraíso; a fin de significar que aquéllos que son regenerados por agua y del Espíritu Santo en la gracia de la adopción de los hijos (después de la disolución del cuerpo) llegarán un día al eterno descanso. A causa del sábado, que es el día séptimo, el número setenta significa el reposo de aquellos que, con la ayuda de la gracia de Dios, observaron el Decálogo de la ley.
Glosa
Enoch significa dedicación; que fue de Jared, que es descendiente o continente; que fue de Malaleel, que es alabado de Dios o que alaba a Dios; que fue de Cainan, como arriba; que fue de Enós, esto es, hombre o que desespera o violento; que fue de Seth, que es posición o puso.
San Ambrosio
Seth, último hijo de Adán, se nombra para significar (en figura) las dos generaciones de pueblo, y que Cristo debe contarse en la segunda generación más bien que en la primera.
Prosigue: "Que fue de Adam".
Glosa
Que significa hombre, o terreno, o indigente; que fue de Dios.
San Ambrosio
¿Qué cosa más bella pudo acordar que empezar la santa genealogía por el Hijo de Dios y conducirla hasta el hijo de Dios? Creado primero en figura, nace después en verdad; hecho antes a su imagen, desciende por El la imagen de Dios a la tierra. También creyó San Lucas que debía referir el origen de Cristo a Dios, porque Dios es el verdadero generador de Cristo, o porque es su Padre, según la verdadera genealogía, o porque, según la regeneración del bautismo, El es el autor del don místico; y por eso no escribió desde luego su genealogía, sino después de haber explicado su bautismo, para mostrarlo Hijo de Dios (según la naturaleza y según la gracia). Además, ¿qué signo más evidente de su divina generación que esto, que hace decir al Padre, antes de escribir su genealogía: "Tú eres mi Hijo amado"?
San Agustín,
de cons. Evang., lib. 2, cap. 4
Bastante demostró con esto que, al llamar a José hijo de Helí, no quiso decir engendrado sino adoptado por él; así como llamó a Adán hijo de Dios, no por generación, puesto que fue creado, sino porque fue constituido por gracia (que después perdió pecando) como hijo en el Paraíso.
Teofilacto
Termina también la genealogía en Dios, para que sepamos que Cristo elevará a los padres intermediarios hasta Dios y los hará sus hijos; y para que igualmente se creyese que la generación de Cristo se verificó sin concurso de hombre, como si dijese: Si no creéis que el segundo Adán fue formado sin cooperación de hombre, venid al primer Adán, y hallaréis que Dios le formó de la tierra.
San Agustín,
de cons. Evang., lib. 2, cap. 4
San Mateo quiso representar al Seńor descendiendo a nuestra mortalidad, por eso refiere las generaciones, en el principio de su Evangelio, descendiendo desde Abraham hasta Cristo. San Lucas, por el contrario, no cuenta las generaciones desde el principio, sino desde el bautismo de Cristo; y no descendiendo, sino ascendiendo. En fin, para designar mejor al Pontífice que ha de borrar los pecados, parte del lugar en que San Juan da testimonio, diciendo: "He aquí el que quita los pecados del mundo" (
Jn 1,29), y subiendo llega hasta Dios, con quien, limpios y purificados, nos reconciliamos.
San Ambrosio
Los evangelistas que siguieron el orden antiguo, no por eso discrepan de los otros. No hay que admirarse si en San Lucas se ven más generaciones, desde Abraham hasta Cristo, que en San Mateo, puesto que se concuerda en que no han seguido la generación por las mismas personas. Pudo suceder que unos hayan tenido larga vida, mientras que los de la otra genealogía hayan muerto jóvenes; del mismo modo que vemos ancianos vivir con sus nietos, al paso que otros mueren apenas tienen hijos.
San Agustín,
de quaest. Evang., lib. 2, quaest. 6
Muy convenientemente San Lucas, comenzando desde el bautismo del Seńor, cuenta setenta y siete personas, ascendiendo en su genealogía; pues así expresó nuestra ascensión hacia Dios, con quien nos reconciliamos por la remisión de los pecados, porque el bautismo remite todos los pecados que se significan por ese número. En efecto, once veces siete son setenta y siete. En el número diez está la perfección de la bienaventuranza; de donde es claro que la
trasgresión de la decena representa el pecado, que por soberbia desea tener más. El número siete veces significa que esta
trasgresión viene de la acción del hombre, porque el número tres significa la parte inmaterial del hombre, y el número cuatro el cuerpo. Sin embargo, la acción no se expresa en los números, cuando decimos uno, dos, tres, sino cuando decimos una vez, dos veces, tres veces; y así once veces siete expresa que la trasgresión viene de la acción del hombre.
Notas
1.
O tres décadas.