"Llenó de bienes a los hambrientos, y a los ricos dejó vacíos". (v. 53)
Glosa
Como parece que la prosperidad humana consiste principalmente en los honores de los poderosos y en la abundancia de las riquezas, después de la caída de los poderosos y la exaltación de los humildes, hace mención del anonadamiento de los ricos y la abundancia de los pobres.
San Basilio,
in Psalmo, 33
Ciertamente que el presente pasaje nos aparta aun de las cosas sensibles, enseńándonos la incertidumbre de los bienes mundanos, pues son caducos, como ola que aquí y allá se difunde por el ímpetu de los vientos. Tomado intelectualmente, el género humano tenía hambre, a excepción de los judíos, a quienes había enriquecido la tradición de la ley y las enseńanzas de los profetas; mas como no se adhirieron humildemente al Verbo humanado, fueron dejados vacíos, no llevando nada, ni fe, ni ciencia. Fueron privados de la esperanza de los bienes y de la terrena Jerusalén y excluidos de la vida futura. Pero aquéllos de entre los gentiles que tenían hambre y sed, habiéndose adherido al Seńor, fueron colmados de bienes espirituales.
Glosa
Los que desean las cosas eternas con todo interés y como hambrientos, serán saciados cuando Jesucristo aparezca en su gloria. Pero los que se gozan en las cosas de la tierra al final serán abandonados, vacíos de toda felicidad.