Y pasando por la ribera del mar de Galilea, vio a Simón y a Andrés, hermano suyo, que estaban echando las redes en el mar, pues eran pescadores, y Jesús les dijo: "Venid en pos de mí, y yo haré que vosotros seáis pescadores de hombres". Y dejando en seguida las redes, le siguieron. Y habiendo pasado un poco adelante vio a Santiago, hijo de Zebedeo y a su hermano Juan, remendando sus redes en la barca, y al punto les llamó. Ellos dejando a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros, le siguieron. (vv. 16-20)
Glosa
Expuesta la predicación de Cristo a las gentes, trata el evangelista de la vocación de los discípulos, a aquellos que hizo ministros de su predicación. Dice: "Y pasando adelante cerca del mar de Galilea, vio a Simón", etc.
Teof
Como refiere San Juan evangelista, Pedro y Andrés eran discípulos del precursor, y viendo el testimonio que San Juan había dado de Jesús, se unieron a El. Condolidos después por haber sido apresado San Juan, volvieron a trabajar en su oficio de pescadores. Por lo que sigue: "Echando las redes en el mar, pues eran pescadores". Ved, pues, que ellos viven de su propio trabajo y no de la iniquidad. Eran por tanto dignos de ser los primeros discípulos de Cristo. Y Jesús les dijo: "Seguidme a mí". Los llama ahora por segunda vez, siendo ésta la segunda vocación con respecto a aquélla que se lee en San Juan. Les manifiesta para qué son llamados con las siguientes palabras: "Haré que vengáis a ser pescadores de hombres".
San Remigio
Porque por la red de la santa predicación sacaron a los hombres del mar profundo de la infidelidad a la luz de la fe. Y es muy admirable esta pesca, porque los peces cogidos mueren lentamente, mientras que los hombres prendidos por la palabra de la predicación son vivificados.
Beda
Pescadores e ignorantes, son enviados a predicar, para que se comprenda que la fe de los creyentes está en el poder de Dios y no en la elocuencia ni en la doctrina.
"Y, dejando en seguida las redes, le siguieron".
Teof
Así pues, no conviene tardarse, sino seguir a Dios inmediatamente. Después de éstos aparecen los pescadores Santiago y Juan, quienes, aunque eran pobres, sostenían a su anciano padre. "Y habiendo pasado un poco adelante, prosigue, vio a Santiago, hijo del Zebedeo, y a Juan", etc. Dejaron, pues, a su padre, porque les hubiera servido de impedimento para seguir a Cristo. Así vosotros, cuando para seguir al Seńor encontréis algún impedimento en vuestros padres, dejadlos y acercaos a Dios. Con esto se manifiesta que Zebedeo no creyó, aunque creyó la madre de estos dos apóstoles. Ella, una vez muerto Zebedeo, siguió a Cristo.
Beda
Pero se preguntará alguno: ¿Cómo llamó de sus barcas de dos en dos a los pescadores, primeramente a Pedro y Andrés, después, avanzando un poco más, a los dos hijos de Zebedeo, cuando San Lucas dice (
Lc 5,1-11) que Santiago y Juan fueron llamados para ayudar a Pedro y a Andrés, y que Cristo sólo a Pedro dijo: "No temas; ya desde este momento serás pescador de hombres", y que sin embargo, conducidas las barcas a tierra, ambos lo siguieron? Por lo que entendemos, ocurrió primero lo que dice San Lucas, y después, cuando regresaron a la pesca según su costumbre, lo que refiere San Marcos. Entonces siguieron al Seńor conduciendo las barcas a tierra, no ya con el pensamiento de volver a ellas, sino de seguir al que los llamaba y mandaba que lo siguiesen.
San Jerónimo
Místicamente: somos conducidos al cielo, como Elías, en esta carroza de los cuatro pescadores. La primera Iglesia se construye sobre estos cuatro vértices. Por las cuatro letras hebreas conocidas como
tetragrammaton
1, reconocemos el nombre del Seńor. A nosotros se nos aconseja con este ejemplo a que oigamos la voz de Dios que nos llama, y que olvidemos al pueblo de los vicios y la casa del trato paterno. Todo esto es necedad para Dios, y es como una red de telas de arańa en la que -como a los mosquitos apenas caídos en ella- nos sostenía el aire, que está suspendido sobre la nada. De este modo debemos rechazar la barca del antiguo trato del mundo. Adán, que es nuestro padre según la carne, se cubría con pieles de animales muertos. Ahora, habiendo depuesto al hombre viejo con sus obras, y siguiendo al nuevo, nos cubrimos con las pieles de Salomón, con las cuales se vanagloriaba la esposa de parecer hermosa. Simón significa
obediente, Andrés
viril, Santiago
suplidor, Juan
gracia. Por estos cuatro nombres nos convertimos en imagen de Dios. La obediencia para que oigamos; la virilidad para que luchemos; el suplemento para que perseveremos; la gracia para que nos conservemos. Estas cuatro virtudes son llamadas cardinales, pues por la prudencia obedecemos, por la justicia obramos virilmente, por la templanza pisamos a la serpiente, y por la fortaleza merecemos la gracia de Dios.
Teof
Es de saber también que primeramente es llamada la acción, después la contemplación. El que en verdad está cerca de Pedro significa
acción; el que está cerca de Juan,
contemplación; Pedro es fervorosísimo y más solícito que los otros, pero Juan fue excelentísimo teólogo.
Notas
1.
Del griego:
tetra, cuatro, y
gramma, letra: denominación técnica, entre los israelitas, del nombre propio de Dios, que consta de cuatro letras
(yhwh). La verdadera pronunciación del tetragrama es
yahvéh. La falsa pronunciación Jehová es de origen cristiano. (Haag-Van den Born-Ausejo, Diccionario de la Biblia)