Cuando iban acercándose a Jerusalén, al llegar junto a Betania, al pie del monte de las Olivas, despacha a dos de sus discípulos, y les dice: "Id a ese lugar que tenéis enfrente, y luego, al entrar en él, hallaréis atado un jumentillo, en el cual nadie ha montado hasta ahora; desatadle, y traedle. Si alguien os dijere, ¿qué hacéis?, responded que el Seńor lo ha menester; y al instante os le dejará traer aquí". Luego que fueron, hallaron el pollino atado fuera, delante de una puerta, a la entrada de dos caminos (o en una encrucijada), y le desataron. Y algunos de los que estaban allí les dijeron: "¿Qué hacéis? ¿por qué desatáis ese pollino?" Los discípulos respondieron conforme a lo que Jesús les había mandado, y se le dejaron llevar. Y trajeron el pollino a Jesús, y habiéndole aparejado, con los vestidos de ellos, montó Jesús en él. Muchos en seguida tendieron sus vestidos en el camino, y otros cortaban ramas de los árboles, y las esparcían por donde había de pasar Jesús. Y tanto los que iban delante, como los que seguían detrás, le aclamaban diciendo; "Hosanna, salud y gloria: bendito sea el que viene en el nombre del Seńor. Bendito sea el padre de David que vemos llegar ahora en la persona de su hijo: Hosanna en lo más alto de los cielos". (vv. 1-10)
San Juan Crisóstomo,
homiliae in Matthaeum, hom. 67,1
Después que diera el Seńor suficientes pruebas de su poder, y cuando la cruz estaba ya a la vista, lo hace todo con mayor claridad, a fin de enardecer a sus enemigos. Por esto, aunque había subido muchas veces a Jerusalén, nunca lo hizo con tanta majestad como ahora.
Teofilacto
Para que, si quieren, puedan reconocer su gloria y que es el verdadero Dios por el cumplimiento de las profecías, quedando sujetos, si no quieren, a un juicio mucho más terrible, puesto que no creyeron en milagros tan visibles. Describiendo su entrada con toda claridad el evangelista, dice: "Cuando iban acercándose a Jerusalén, al llegar junto a Betania", etc.
Beda,
Beda, in Marcum, 3,41
Betania es un pueblo o pequeńa villa en la falda del monte de los Olivos, en donde fue resucitado Lázaro. Cómo y por qué envió a sus discípulos, lo refiere el Evangelista, diciendo: "Id a ese lugar", etc.
Teofilacto
Consideremos cuántas predicciones hace el Seńor en esto a sus discípulos. Primero, que hallarían un pollino. "Y luego al entrar en él -dice- hallaréis", etc. Después que habrá quien se oponga a que se lo lleven: "Que si alguien os dijere ¿qué hacéis? responded que", etc. Por último, que les dejarían llevarlo: "Y al instante -ańade- os lo dejará traer aquí". Y como dijo el Seńor, así se cumplió. "Luego que fueron -dice el evangelista- hallaron el pollino atado fuera, delante de una puerta a la entrada de dos caminos, y le desataron".
San Agustín,
de consensu evangelistarum, 2,66
San Mateo dice asna y pollino, y los demás evangelistas sólo pollino. Pero no ofrece dificultad el aceptar ambas versiones, puesto que puede un historiador referir un detalle y otro referir otro, y mucho menos si el primero refiere uno y el último los dos.
"Y algunos de los que estaban allí les dijeron: ¿Qué hacéis? ¿por qué desatáis ese pollino?" Los discípulos respondieron conforme a lo que Jesús les había mandado, y se lo dejaron llevar.
Teofilacto
Y es claro que no se hubiera permitido si no hubiese mediado un poder divino, que los moviese a dejar que se lo llevasen, particularmente por ser como eran hombres de campo y labradores.
"Y trajeron el pollino a Jesús, y habiéndolo aparejado con los vestidos de ellos, montó Jesús en él".
Pseudo-Crisóstomo,
cat.in Marcum Oxon
No porque el Seńor, que había andado a pie la Judea y toda la Galilea tuviera necesidad de ir en el pollino desde el monte de los Olivos a Jerusalén, sino porque esto era simbólico. "Muchos en seguida -prosigue- tendieron sus vestidos en el camino".
Pseudo-Jerónimo
Bajo los pies del asnillo; otros cortaban ramas de las palmeras, y las echaban por donde había de pasar Jesús. Esto correspondía más a la estimación y al misterio, que a la necesidad. "Y tanto los que iban delante, como los que seguían detrás, le aclamaban diciendo: Hosanna", etc. Aquella parte, pues, de la multitud, que aún no estaba pervertida, conoció lo que debía hacer, y honró por tanto a Jesús, haciendo cada cual lo que pudo. Así es que para alabar al Seńor cantaron el himno de David, diciendo:
Hosanna, que es lo mismo que
sálvame, según unos, y que
himno, según otros, aunque parece preferible la primera versión, porque el Salmo dice: "Oh Seńor, sálvame" (
Sal 177,25); lo que corresponde en hebreo a
hosanna.
Beda
La palabra hosanna, verbo hebreo, se compone de dos partes.
Hosi quiere decir sálvame, y
anna es interjección que denota súplica.
Pseudo-Jerónimo
Aquella muchedumbre, por tanto, dice hosanna, o sálvame, porque pide que lo salve aquel bendito, aquel vencedor, aquél que viene en nombre del Seńor. Esto es, de su Padre, puesto que el Hijo tomó el nombre de su Padre, así como el Padre el del Hijo.
Pseudo-Crisóstomo,
cat. in Marcum Oxon
Dan gloria a Dios, diciendo: "¡Bendito sea el que viene en nombre del Seńor!" y bendicen también el reino de Cristo con estas palabras: "¡Bendito sea el reino de nuestro padre David!"
Teofilacto
Llaman reino de David al de Cristo, porque Cristo descendía de la familia de David, y a la vez porque David significa
el fuerte por su mano. ¿Y quién más fuerte por su mano que el Seńor, que obró tantos y tales milagros?
Pseudo-Crisóstomo,
cat. in Marcum Oxon
De aquí que muchas veces llamen los profetas David a Cristo por venir de David, según la carne.
Beda
Leemos en el Evangelio de San Juan que huyó el Seńor al monte para que no lo hicieran rey. Ahora, pues, viene a Jerusalén, en donde ha de padecer. No huye de los que lo llaman rey, para manifestar claramente que su imperio no era temporal y terreno, sino eterno y celestial, y que va a él por la humillación de la muerte. Es de notar la consonancia de la voz del pueblo con la del arcángel San Gabriel, que dijo: "El Seńor Dios le dará el asiento de David, su Padre" (
Lc 1,32). Es a saber, que llamará al reino de los cielos con su palabra y su ejemplo al pueblo a quien dirigió David con las riendas del gobierno temporal.
Pseudo-Crisóstomo,
cat. in Marcum Oxon
Y en fin, elevan esta gloria hasta Dios cuando dicen: "¡Hosanna en lo más alto de los cielos!". Esto es, ¡hosanna y gloria al Seńor de todas las cosas, que está en las alturas!
Pseudo-Jerónimo
En sentido místico se acerca el Seńor a Jerusalén, que es la visión de la paz, en la que se halla una felicidad fija e inmutable que según el Apóstol (
Gál 4), es la madre de todos los creyentes.
Beda
Betania significa la
casa de la acogida, porque enseńando antes de su pasión a muchos de sus discípulos, hizo de la obediencia su morada. Y está situada en el monte de los Olivos, porque vigoriza a su Iglesia ungiéndola con los dones de su Espíritu e ilustrándola con la luz de la ciencia y de la piedad. Mandó a sus discípulos al lugar que tenían enfrente, es decir, destinó a los doctores a que penetrasen con el Evangelio en las fortalezas, digámoslo así, en que se amparaba la ignorancia de todo el mundo.
Pseudo-Jerónimo
Dos fueron los discípulos a quienes llamó y envió el Seńor, puesto que no consiste la caridad en estar solo. "¡Pero ay del hombre que está solo!" (
Ecle 4,10). Dos son los que conducen a los hebreos en su salida de Egipto; dos los que llevan el racimo de la tierra santa para enseńar a los que presiden a unir la ciencia con la obra; dos los mandamientos consignados en las dos tablas; dos las fuentes para las abluciones; y dos las varas para llevar el arca del Seńor, y dos los querubines que la cubren con sus alas, y entre los que hemos de conocer a Dios cantando sus alabanzas con el espíritu y la inteligencia (
1Cor 14).
Teofilacto
No le era necesario el pollino; pero mandó a buscarlo, para manifestar que debía trasladarse al pueblo gentil.
Beda
El pollino, desenfrenado y libre, es una figura del pueblo de las naciones, porque ninguno había montado en él. Tampoco doctor ninguno había puesto a este pueblo el freno de la corrección para impedirle hablar mal, o para obligarlo a entrar en el estrecho camino de la vida, persuadiéndolo a obrar el bien.
Pseudo-Jerónimo
Encontraron al pollino atado fuera, delante de una puerta, porque el pueblo gentil se hallaba sujeto con los lazos de sus pecados ante la puerta de la fe, es decir, fuera de la Iglesia.
San Ambrosio,
in Lucam, 9, 6
O le hallaron atado fuera, delante de una puerta, porque el que se halla fuera de Cristo está en el camino, y no está fuera el que se halla en Cristo. Le encontraron, ańade, a la entrada de dos caminos, tránsito para todo el mundo, y en donde nadie tenía propiedades, sin pesebre, sin alimento, sin establo. ¡Miserable servidumbre la que no tiene derecho reconocido!, porque tiene muchos seńores el que no tiene uno determinado. Los seńores extrańos atan para poseer y el legítimo desata para ganar, porque sabe que los beneficios son lazos más fuertes que las cadenas.
Beda
O bien: estaba entre dos caminos, porque no conociendo el verdadero de la vida y de la fe, seguía, llevado por el error, los muchos y dudosos senderos de las sectas.
Pseudo-Jerónimo
Entre dos caminos, es decir, entregado a su libre albedrío, dudando entre la vida y la muerte.
Teofilacto
Entre dos caminos, esto es, en esta vida, desatado por los discípulos con el bautismo y la fe.
Pseudo-Jerónimo
Algunos decían: ¿Qué hacéis? Esto es: ¿Quién puede perdonar los pecados? (
Lc 5,21).
Teofilacto
O bien son los demonios los que quieren impedirlo, pero fueron más fuertes los Apóstoles.
Beda
O bien los maestros del error, que eran los que se oponían a los doctores que venían a salvar a las naciones. Librados ya de la oposición de sus enemigos y habiéndoseles mostrado el poder de la fe, los creyentes fueron conducidos ante el Seńor, a quien habían de llevar en el corazón. Los vestidos que ponen sobre El los apóstoles, pueden tomarse por la doctrina de las virtudes; o por la fiel interpretación de las Escrituras; o por la variedad de los dogmas de la Iglesia. Todas son cosas que, revistiendo los corazones de los hombres desnudos y fríos antes, los hacen dignos de servir de asiento a Cristo.
Pseudo-Jerónimo
O bien: estos vestidos son la primera insignia de inmortalidad que reciben por el sacramento del bautismo. Montó el Seńor en el pollino, esto es, empezó a reinar sobre los hombres, para que no fuera el pecado el que imperase sobre la lasciva carne, sino la justicia, la paz y la alegría en el Espíritu Santo. Muchos en seguida tendieron sus vestidos en el camino bajo las patas del pollino. ¿Qué son las patas sino aquellos que están colocados a las extremidades del cuerpo de Cristo, y que nos indica el Apóstol (
1Cor 6), los cuales, aunque no sean donde se sienta el Seńor, son, sin embargo, discípulos como los soldados a quienes instruyó San Juan? (
Lc 3).
Beda
O bien: tienden muchos sus vestidos en el camino, porque desnudándose del vestido de la propia carne, es como los santos mártires preparan con su sangre el camino a los fieles más sencillos. Muchos también tienden sus vestidos en el camino, porque doman su cuerpo con la abstinencia, para preparar el camino de Dios a su corazón, o para dar buen ejemplo a los que quieran imitarlos. Cortan ramas de los árboles los que recogen la semilla de la verdad que sembró la elocuencia de los Padres, y la echan con una predicación llena de humildad en el corazón del oyente que viene al camino de Dios.
Teofilacto
Tendamos también nosotros en el camino de nuestra vida las ramas cortadas de los árboles, imitando a los santos. Porque los santos son árboles, cuyas ramas corta el que imita sus virtudes.
Pseudo-Jerónimo
Los justos florecerán como la palmera (
Sal 91), pobre por sus raíces y rica por su flor y su fruto. Y como son
el buen olor de Cristo (
2Cor 2), cubren con su buena fama el camino de los mandamientos de Dios, siendo los profetas los que iban delante, y los apóstoles los que seguían.
Beda
Y porque todos los elegidos, sean los que existían en la Judea, o los que ahora existen en la Iglesia, creyeron y creen en el Mediador de Dios y de los hombres, los que procedían y los que seguían clamaban "hosanna".
Teofilacto
Pero son en alabanza de Dios aquéllos de nuestros actos que le preceden y que le siguen, porque la vida que, siendo buena al principio, no sigue siéndolo, no termina en alabanza de Dios.