Puesto ya el sol, fue Jesús allá con los doce. Y estando a la mesa, y comiendo, dijo Jesús: "En verdad os digo que uno de vosotros, que come conmigo, me hará traición". Comenzaron entonces ellos a contristarse y a decirle uno después de otro: "¿Seré yo acaso, Seńor?" El les respondió: "Es uno de los doce, uno que mete conmigo la mano o moja en un mismo plato. Verdad es que el Hijo del hombre se va o camina a su fin, como está escrito de El; pero ¡ay de aquel hombre por quien el Hijo del hombre será entregado a la muerte! Mejor sería para el tal hombre el no haber nacido". (vv. 17-21)
Beda,
in Marcum 4, 43
El Seńor, que había predicho su pasión, predice también al traidor, dándole así ocasión de arrepentirse porque haciéndolo ver que conocía sus pensamientos, debía arrepentirse de ellos. "Puesto ya el sol, fue Jesús allá con los doce. Y estando sentado a la mesa, y comiendo, dijo Jesús: En verdad os digo que uno de vosotros, que come conmigo, me hará traición", etc.
San Crisóstomo,
in serm. de Pass
En donde se ve que no le denunciaba abiertamente delante de todos, para no hacer mayor su imprudencia. Ni tampoco quiso guardar silencio sobre el hecho, para que no fuese atrevidamente a la traición, suponiendo que no era conocida.
Teofilacto
Pero ¿cómo es que cenaban sentados, cuando mandaba la ley que comiesen de pie la Pascua? Es probable que cumpliesen primero con la Pascua legal y que después se sentasen cuando el Seńor empezó a darles su propia Pascua.
Pseudo - Jerónimo
La víspera del día indica la del mundo. Cerca de la hora undécima llegan los últimos, que son los primeros que reciben el denario de la vida (
Mt 26,25). Todos los discípulos se sienten heridos por las palabras de su Seńor, así como para que se produzca la armonía, responden a una todas las cuerdas de una lira bien templada. "Comenzaron entonces ellos a entristecerse y a decirlo uno después de otro: ¿Seré yo acaso, Seńor?" Uno solo, remiso y ebrio por la codicia de dinero, dijo: "¿Acaso soy yo, Maestro?" como se lee en San Mateo.
Teofilacto
Empezaron los otros discípulos a entristecerse por las palabras del Seńor, porque, aunque no se sintieran capaces de tal crimen, le creen más, sin embargo, al que conoce los corazones de todos, que a sí mismos. "El les respondió: Es uno de los doce, uno que mete conmigo la mano en el plato".
Beda,
in Marcum 4, 43
Es Judas, el cual, cuando consternados los otros retiran sus manos, mete la suya en el plato con su Maestro. Y como antes había dicho: "Uno de vosotros me hará traición", y el traidor persevera en su malicia, reprocha así el crimen con la mayor claridad y sin embargo, no nombra al criminal.
Pseudo - Jerónimo
Dice: "Uno de los doce", como separándole de los otros: así es como queda separada la oveja, que es presa del lobo, porque la que se separa del redil se entrega ella misma a su voracidad. Y Judas, a quien ni la primera ni la segunda advertencia han retraído de su traición, oye la pena que se le predice para que le refrene la perspectiva del suplicio, ya que no le ha refrenado la vergüenza. Es lo que dicen las siguientes palabras: "Verdad es que el Hijo del hombre se va, como está escrito de El".
Teofilacto
La frase
se va muestra que la muerte de Cristo fue voluntaria, y no forzosa.
Pseudo - Jerónimo
Pero, porque muchos como Judas hacen el bien, sin que de ningún modo les aproveche, ańade: "Pero ¡ay de aquel hombre por quien el Hijo del hombre será entregado!"
Beda,
in Marcum 4, 43
Todavía hoy resuena, y resonará para siempre ese ¡ay! por aquel hombre que se acerca maligno a la mesa del Seńor. Porque, a imitación de Judas, entrega al Hijo del hombre, no a los pecadores judíos, sino a sus propios miembros pecadores.
"Mejor sería para el tal hombre el no haber nacido".
Pseudo - Jerónimo
Esto es, se hubiera quedado en lo más profundo del seno materno, porque es mejor no ser, que ser para los tormentos.
Teofilacto
Considerado el fin, pues Dios le creó para el bien, era mejor que existiese si no hubiera sido traidor; pero después que cayó en tanta malicia, le hubiera valido más no haber nacido.