Atravesando, pues, el lago, arribaron a tierra de Genesaret, y abordaron allí. Apenas desembarcaron, que luego fue conocido. Y recorriendo toda la comarca entera, empezaron (las gentes) a sacar en camillas a todos los enfermos, llevándolos a donde oían que paraba. Y doquiera que llegaba, fuesen aldeas, o alquerías, o ciudades, ponían los enfermos en las calles, suplicándole que les dejase tocar siquiera el ruedo de su vestido; y todos cuantos le tocaban quedaban sanos. (vv. 53-56)
Glosa
Después de haber expuesto el evangelista el peligro que habían corrido los discípulos en el mar, y cómo fueron salvados, refiere ahora a dónde llegaron, diciendo: "Atravesando, pues, el lago".
Teofilacto
Después de largo espacio de tiempo, arribó el Seńor a dicho lugar; y por esto dice el evangelista: "Apenas desembarcaron, que luego fue conocido", es decir, por los habitantes.
Beda, in Marcum, 2, 28
Lo conocieron por su nombre, no por el rostro; o acaso lo conocieron muchos por la grandeza de sus milagros y por su rostro. Observemos cuánta era la fe de los hombres de la tierra de Genesaret, que no se contentan con tener ellos la salud, sino que avisan a otros pueblos de las inmediaciones, para que se apresuren a venir al médico. "Y recorriendo toda la comarca entera, empezaron las gentes a sacar en andas", etc.
Teofilacto
No le invitaban a que fuese a curar a las casas, sino que le llevaban ellos mismos los enfermos. "Y donde quiera que llegaba, fuesen aldeas, o casas de campo", etc. El milagro de la mujer del flujo de sangre había llegado a oídos de muchos, y les inspiraba mucha fe, por la cual sanaban.
Beda, in Marcum, 2, 28
En sentido místico, debemos entender por la franja de su vestido el menor de sus preceptos, porque el que lo quebrante será llamado el menor en el reino de los cielos; o el asumir nuestra carne, por lo que tenemos acceso al Verbo de Dios, y gozaremos después de su Majestad.
Pseudo - Jerónimo
Lo que sigue: "Y todos los que le tocaban quedaban curados", se cumplirá cuando cese el gemido.