El día siguiente quiso ir a Galilea, y halló a Felipe. Y Jesús le dijo: "Sígueme". Era Felipe de Betsaida, ciudad de Andrés y de Pedro. Felipe halló a Natanael, y le dijo: "Hallado hemos a aquel de quien escribió Moisés en la Ley, y los profetas; a Jesús, el hijo de José el de Nazaret". Y Nathanael le dijo: "¿De Nazaret puede haber cosa buena?" Felipe le dijo: "Ven y velo". (vv. 43-46)
Crisóstomo,
in Ioannem, hom. 19
Después de que Jesucristo recibió a estos discípulos, fue a buscar a otros, esto es, a Felipe y a Natanael. Por esto dice: "El día siguiente quiso ir a Galilea".
Alcuino
Esto es, desde Judea, donde estaba bautizando San Juan, guardando el debido honor al Bautista, para que no se creyese que su magisterio sufría detrimento cuando aun tenía razón de ser. Y como había de llamar otro discípulo para que le siguiese, quiso ir a Galilea. Viaje o cambio realizado, porque El mismo adelantaba en sabiduría, en edad y en gracia delante de Dios y delante de los hombres. Y como padeció y resucitó y entró en su gloria, así quiso manifestar que también los que le siguiesen debían salir y adelantar en las virtudes, y pasar por medio de los sufrimientos a los goces. Por esto sigue: "Y encontró a Felipe, y le dijo Jesús: Sígueme". Sigue a Jesús el que le imita en la humildad y en los tormentos, y así se hace compańero suyo en la resurrección y en la ascensión.
Crisóstomo,
ut sup
Y véase cómo no llamó a nadie hasta que hubo quien se le ofreciera. Porque si los hubiese atraído sin que ninguno de sus discípulos se hubiese ofrecido espontáneamente, quizá hubiesen retrocedido. Pero ahora, cuando ellos ya eligieron seguir al Seńor por sí mismos, ya permanecieron firmes respecto de lo demás. Llama a Felipe, porque ya le era conocido, puesto que se había criado en Galilea. Pero ¿por qué Felipe siguió a Jesucristo? Porque San Andrés había oído hablar de El al Bautista, San Pedro a San Andrés, mas éste no había oído hablar de El a nadie. Unicamente cuando Jesucristo le dijo: "Sígueme", inmediatamente obedeció. Es muy conveniente decir que San Felipe ya había oído al Bautista y ya había determinado seguir a Jesucristo. O también que la palabra de Jesucristo produjo en él este mismo efecto.
Teofilacto
La palabra de Jesucristo no se dejaba oír sencillamente, sino que inflamaba los corazones de los fieles en su amor. Y como quiera que el conocimiento de Jesucristo ya estaba en el corazón de Felipe, que leía con atención los libros de Moisés y esperaba a Jesucristo, es por esto que creyó en El en cuanto lo vio. Además de que ya había aprendido algo de lo que había oído a San Andrés y a San Pedro, de quienes era paisano, a lo que parece que alude el Evangelista cuando ańade: "Era Felipe de Betsaida, ciudad de Andrés y de Pedro".
Crisóstomo,
ut sup
También el Seńor manifestó aquí su poder, sacando fruto de la tierra que no lo producía, porque de Galilea no había nacido profeta alguno. Y allí eligió a los más insignes de sus discípulos.
Alcuino
Betsaida quiere decir también albergue de los cazadores, con cuyo nombre quiso el Evangelista manifestar los pensamientos que animaban entonces a Felipe, Pedro y Andrés, y qué oficios habrían de tener en adelante para poder coger almas y llevarlas a la vida eterna.
Crisóstomo,
ut sup
No sólo fue escogido Felipe por Jesucristo, sino que sirvió de anuncio para otros. Por esto sigue: "Felipe halló a Nathanael, y le dijo: hemos encontrado a Jesús, de quien escribió Moisés en la Ley", etc. Véase cómo tenía su alma solícita, y constantemente meditaba en los libros de Moisés, y esperaba la venida de Jesucristo. Y, en realidad, que Jesucristo debía venir lo conocía de antemano. Pero que aquél fuese el Cristo lo ignoraba el apóstol. Por esto dijo Felipe: "Aquél de quien escribieron Moisés y los profetas". Y hacía más digna de crédito su predicación, persuadiendo al que le oía que tenía en cuenta la Ley y los profetas, y que pesaba bien todas las razones con verdad, como el mismo Jesucristo dice. Y que no llame la atención que se ańada que era hijo de José, porque se consideraba como hijo suyo.
San Agustín,
in Ioannem, tract. 7
Esto es, con quien estaba desposada su Madre, aunque para todos los cristianos que conocen bien el Evangelio es bien sabido que Jesús había sido concebido y había nacido siendo su Madre virgen. Ańade también el lugar: "el de Nazaret".
Teofilacto
No porque había nacido, sino porque había sido criado allí. Su generación era ignorada de muchos, pero no lo era el que había sido criado en Nazaret. Prosigue: "Y Nathanael le dijo: ¿De Nazaret puede haber cosa buena?"
San Agustín,
ut sup
La palabra de San Felipe que viene a continuación puede considerarse sujeta a dos pronunciaciones distintas. O bien puede pronunciarse con el tono de proposición confirmativa, como diciendo: De Nazaret puede haber cosa buena, y él le dice: "Ven y velo". O bien como dudando y preguntándolo todo: "¿De Nazaret puede haber cosa buena? Ven, y velo"
1. Y como no se oponen estas palabras a las que siguen, ya se pronuncien de una manera, ya de otra, debemos investigar qué es lo mejor que debemos entender en estas palabras. Pues Natanael, que estaba muy versado en la Ley, habiendo oído a Felipe que decía: hemos encontrado a Jesús, cuando oyó: "de Nazaret", se llenó de esperanza, y dijo: "De Nazaret puede haber cosa buena". Había examinado las Sagradas Escrituras y sabía que de allí debía proceder el Salvador, lo que no conocían bien los otros escribas y fariseos.
Alcuino
Porque había de ser santo de una manera especial, inocente y sin mancha, Aquél de quien dijo el profeta: "Saldrá la vara de la raíz de Jesé" (
Is 11,1); y había de ser nazareno, esto es, flor que nacerá de su raíz. También puede pronunciarse este versículo en sentido interrogativo.
Crisóstomo,
ut sup
Natanael sabía por las Escrituras que Jesús debía proceder de Belén, según aquellas palabras de Miqueas: "Y tú, Belén, tierra de Judá, de ti saldrá el rey que rija a mi pueblo de Israel" (
Miq 5,1-3). Y cuando oyó "de Nazaret", dudó, no encontrando conformidad entre el aserto de Felipe y el anuncio del profeta. Mas los profetas le habían llamado "Nazareno", refiriéndose a su educación y a su trato. Véase también cómo manifiesta su prudencia y su bondad, porque no dijo: Felipe, me engańas; sino que pregunta, diciendo: "¿De Nazaret puede haber cosa buena?" Mas San Felipe también fue prudente, porque no se incomodó por la pregunta, sino que insistió, queriendo llevar a aquel hombre delante de Jesucristo. Por esto sigue: "Felipe le dijo: ven, y velo". Lo lleva a Jesús, sabiendo que no le dará más la contra si oye sus palabras y sus enseńanzas.
Notas
1.
En general en las biblias contemporáneas se atribuye a Natanael la frase: "¿De Nazaret puede salir algo bueno?", y a Felipe: "Ven y lo verás".